Los accesorios indispensables para un caballero

¿Qué marca la diferencia entre que una jovencita nos mire de arriba abajo y piense ‘¡qué guapo!’ y que una mujer nos catalogue como interesantes, atractivos y perfectos caballeros, aun sin haber cruzado una palabra? La clave es la elegancia.

Si nos interesa (que puede estar muy bien y resultar muy satisfactorio) que una chica nos encuentre guapos basta, aparte del imprescindible apoyo de la genética, con vestir bien e ir por la vida convenientemente arreglado. Pero si lo que queremos es que una mujer nos vea, además de más o menos guapos, como hombres interesantes y atractivos, hemos de usar algunos accesorios indispensables que serán nuestra carta de presentación en un mundo donde prima la imagen a la palabra (también en el juego de la seducción).

Los accesorios indispensables para el hombre elegante

Comencemos: unos lentes de sol (por favor, sólo si son necesarios) aportan estilo y misterio a cualquier gesto… Pero cuidado: no todos sientan bien, de modo que hemos de elegirlos con cuidado. Seguimos recorriendo la anatomía masculina en busca de más complementos -la ropa en sí es harina de otro costal—: el cinturón ha de ser el adecuado a las prendas que llevamos puestas y éstas, a la ocasión. No parece que nadie considere elegante llevar un cinturón de tela naranja con unos pantalones de pinzas azul marino en una reunión de negocios.

Importante. Básico. Elemental: un caballero usa una cartera o billetera de cuero. Sobria. Negra, marrón o azul oscuro. Elegante. Nada hay más repulsivo que ver como un señor que pretende serlo se saca del bolsillo del traje un monedero de tela de colores. Y, del mismo modo que la recién dictada es una norma básica que debería ser motivo de expulsión de cualquier lugar a quien no la cumpla, las relativas a corbatas y relojes son un tanto más laxas, siempre y cuando se lleve corbata (si es pertinente en el contexto) y reloj (siempre) y éstos estén en consonancia con la ocasión.

Podríamos abundar en muchos más detalles sobre los accesorios indispensables para un caballero. De hecho, es posible que los repasemos uno a uno más adelante con más calma, pero en esta ocasión sólo deseamos dejar dos cosas claras: la primera es que para, al menos, parecer un caballero los complementos son importantísimos; la segunda es que tengamos en cuenta que éstos han de ser acordes a la ropa y ésta a la ocasión: al único que no le quedaban mal unas zapatillas de deporte blancas con un esmoquin negro era al gran cómico Emilio Aragón. Y aun así, habría que estudiar por qué…

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