Las relaciones de pareja formada por un hombre y una mujer son todo un misterio por resolver. Ellas creen que lo saben todo sobre ellos y viceversa. Lo cierto es que ellos no saben exactamente los secretos que se esconden detrás de un orgasmo femenino. Para conseguir un orgasmo femenino existen técnicas, formas, posturas, preámbulos y demás teorías que pueden ayudar al hombre a estar más seguro en sus relaciones sexuales y a crear un coito satisfactorio para la mujer.
El orgasmo es un privilegio del que todos podemos sacar el máximo partido tanto en solitario como en pareja. Pero si practicamos sexo con otra persona, a veces resulta difícil encontrar a la media naranja que conozca tan bien nuestro cuerpo, nuestros gustos y nuestras necesidades que llegar al orgasmo resulta complicado y a veces se convierte en un problema crónico. Ellas saben lo que quieren, cómo lo quieren, cuándo lo quieren y dónde lo quieren. Sólo tienes que tener unas nociones básicas, si eres hombre, para dar en el clavo.
Esta experiencia sexual dura poco tiempo aunque en las mujeres suelen ser diferente que en los hombres, pero oscila entre los 10 y los 12 segundos, con una intensidad y una sensación inexplicable. Normalmente, las mujeres tardan más tiempo en alcanzarlo porque han de darse una serie de circunstancias para que el orgasmo llegue de forma natural.
El secreto más íntimo de la mujer
En el acto sexual, los besos, la erección, los roces, los gemidos, la caricias, los pechos, los juegos sexuales, el ambiente, la música, la oscuridad, los susurros y todo lo que se practica son elementos añadidos para que la mujer llegue al éxtasis. Pero sin la intervención del clítoris no hay nada que hacer.
Los orgasmos femeninos se centran exclusivamente en el clítoris o la zona que lo rodea. Éste pequeño y casi invisible órgano sexual es más apreciable cuando la mujer está excitada porque aumenta de tamaño, lo cual favorece su visibilidad y para el hombre, facilita la tarea con una mínima palpación. Por mucho que piensen que las mujeres necesitan una buena penetración para sentirse llenas y satisfechas y para alcanzar su punto G, no es cierto. Sin la intervención del clítoris, por mínima que sea, la mujer tendrá que verse haciendo enormes esfuerzos para descargar su excitación.
Por esa razón, las mujeres tienden a realizar movimientos circulares con la pelvis cuando realizan la penetración ya que el pene roza la entrada de la vagina e inevitablemente golpea con el hueso del pubis y las bolsas testiculares la zona de la vulva. De ahí que la mujer alcance su mayor placer sexual. Y este hecho tiene su razón de ser, ya que al igual que el pene que es extremadamente sensible, el clítoris se excita de mil maneras porque está repleto de cuerpos cavernosos que se llenan de sangre con la excitación y el roce.
Las 3 claves básicas
En una relación sexual, las tres condiciones que excitan en mayor medida a una mujer y a las que no se puede resistir son: el deseo, la erección del clítoris y la lubricación vaginal. Si estas 3 condiciones se dan en el mismo momento, puedes estar seguro que el orgasmo femenino está asegurado. Eso sí, nunca olvides tocar el clítoris además.
Aún sabiendo los 3 factores más importantes para la mujer, el hombre debe atender a 3 etapas que deben ser completadas para que la chica sea capaz de experimentar el placer máximo del coito.
La primera es el deseo o la líbido, la segunda es la excitación gracias a la erección del clítoris y la tercera la humedad gracias a la lubricación de los órganos genitales. Es en esta parte donde los hombres encuentran grandes diferencias con las mujeres ya que ellos suelen tener orgasmos de forma automática, pero ellas pasan todo un proceso, como ves, arduo y complicado.
Si se respetan y se completan las 3 etapas, el círculo se cierra con un orgasmo en toda regla. Aunque los hombres nunca entienden a las mujeres y en la cama todavía resulta más difícil, con tener en cuenta estos puntos básicos, tienen el orgasmo de su mujer asegurado y no tienen que temer a los fingidos orgasmos.