La barba azuleando, de días o de semanas está de moda. Paciencia, chicas, ya pasará y podrán besar a sus parejas sin que se les queden los alrededores de los labios irritados ni pincharse.
Cuando se trata de afeitarse, cualquier método es bueno si logramos una piel limpia, sana y suave. Pero no es lo mismo un afeitado bien realizado que pasarse una lija por la cara. Vamos, pues, a ver una serie de pasos para que se nos quede la tez lisa y suave. Invitando a que nos besen, vaya.
Los consejos básicos para un afeitado impecable, antes de usar la cuchilla
Para empezar, antes de tocar la maquinilla o la espuma, limpiemos e hidratemos la piel, de modo que las hojas se deslicen y nosotros nos ahorremos los “¡Ay!” y los “¡Pero qué barba más dura!”. ¿Te suena? Bien. Aún no toques la maquinilla. Observa en qué dirección te crece la barba.
Mójate la cara con agua templada -la fría es menos efectiva y la caliente deshidrata la piel. Aplícate una capa fina de crema o gel -no ahorres en esto: que sea de gama media o alta, ya que los de gama baja cierran los poros a causa de la benzocaína. Una capa fina, hemos dicho, que no parezcas Papá Noel. Déjala actuar, si puedes, 2 o 3 minutos.
Las cuchillas, con 3 días, son viejas
Otra partida en la que no debes ahorrar es en las cuchillas: a los 3 o 4 afeitados, si quieres que éstos sigan siendo apurados, sustitúyelas. Más a menudo, incluso si tienes mucha barba.
A la labor: mientras te pasas la cuchilla, con la mano que queda libre, mantén la piel tan tensa y plana como puedas. Las pasadas han de ser cortas, comenzando por las patillas, mejillas y cuello y terminando en la barbilla y bigote. Limpia la maquinilla cada poco tiempo.
Al terminar, date agua fría en la cara: alivia. Y sacúdete unas palmadas para secarte, nunca frotes. El aftershave, balsámico hidratante o gel, pero nunca con alcohol, salvo que tengas una piel muy grasa, en cuyo caso es bueno uno astringente y con poco alcohol.
¡Hala! ¡A seducir!