Para aquellos que no estén acostumbrados a elaborar productos caseros, la posibilidad de hacer su propia cerveza puede sonarles un poco extraña, pero ciertamente cada vez son mas las personas que deciden hacer uso de la tecnología doméstica para obtener cerveza de calidad, de una manera rápida, cómoda y fácil. De hecho, es una práctica muy común en los países de gran tradición cervecera, principalmente situados en Europa Central. La posibilidad de poder obtener en casa una cerveza de calidad al gusto del consumidor es el sueño de muchos aficionados a esta bebida milenaria, y ahora puede hacerse realidad a través de maquinas especializadas.
Las razones por las cuales una persona decide elaborar cerveza en casa pueden ser muchas y variadas, pero principalmente los grandes bebedores de cerveza deciden hacerlo porque además de ser un proceso entretenido y fácil, también disfrutan del mismo deleitando sus sentidos: el olor de la malta mientras se cuece, las burbujas que produce el mosto a la vez que se va cociendo, realizar el acto de embotellado…todo ello influye en una posterior degustación mas intensa y satisfactoria para el propio elaborador. Además, facilita y fomenta las relaciones humanas, porque es un proceso que se puede realizar entre amigos, además de la posterior toma del producto, comprobando la calidad de los resultados. Asimismo, el cervecero podrá realizar un tipo de producto exclusivo, adecuado a sus gustos y especificaciones, con los ingredientes que el considere y jugando con los sabores y las texturas.
Cualquier persona es susceptible de poder realizar el proceso de elaboración de la cerveza, ya que es sencillo y rápido, y esta perfectamente explicado en las instrucciones incluidas en el kit de elaboración. Se trata de un proceso con tres fases claramente diferenciadas entre si; primero debe cocerse la malta, que es el grano del cual se obtiene el liquido principal del que saldrá el producto, mas tarde se deja enfriar y se le añade la levadura, dejando fermentar la mezcla como mínimo una semana. Tras esto, el resultado debe trasvasarse y proceder a embotellarse, dejando reposar el producto final por un periodo de unas tres semanas más; es entonces cuando el orgulloso productor podrá probar su cerveza casera.
Los kits para hacer cerveza que se venden son bastante completos, incluyéndose muchos accesorios como probetas, recipientes y tubos necesarios para la fermentación; aparte de esto, la persona necesitara una grande de acero inoxidable, que tenga una capacidad minima para diez litros, y varias botellas vacías de vidrio para poder embotellar el producto resultante. Además, otra de las ventajas que este tipo de kits incluyen es que son bastante económicos, y se puede obtener gran cantidad de cerveza por poco dinero. Por ejemplo, un aparato para conseguir elaborar veintitrés litros de producto, cuesta alrededor de los noventa euros, incluyendo el equipo de elaboración y un surtido de ingredientes completo; esta inversión inicial solo será necesaria al principio, pues el equipo durara para siempre, y cada vez que se quiera elaborar mas producto solo será necesario comprar el kit de ingredientes, que tiene un coste aproximado de treinta euros. Así, podremos conseguir una cerveza original y exclusiva, o bien duplicar la que se vende en el mercado, a un coste reducido y con los ingredientes de la máxima calidad.